El joven Teppic está acabando sus estudios en el Gremio de Asesinos de Ankh-Morpork. Sin embargo, es reclamado para ocupar el lugar de su fallecido padre como faraón de un pequeño país. Las cosas allí no serán como él esperaba. Menos aún cuando se construya una tremenda pirámide que tendrá efectos inesperados en todo el reino.
Es el libro más redondo que he leído de Terry Pratchett. El final no es precipitado y no hay ningún momento en el que te pierdas o tengas la sensación de que la historia pierda intensidad (o de que se le haya ido la perola al autor). Es una historia bien organizada, equilibrada, con cierto punto de intriga y, como no podría ser de otra manera, divertida. Muy divertida.
En otros libros de Pratchett la diversión ha sido el motor principal para continuar leyendo, casi más allá de la historia en sí. Pero no en este, donde consigue dotarle de mayor interés a la trama (seguramente la incertidumbre sobre Dios, el cansino consejero, tiene mucho que ver).
Además, conserva muchos elementos típicos de la serie del MundoDisco pero al mismo tiempo es diferente al resto de las novelas.
Por último. No quiero estropearle la lectura a nadie, pero me pregunto si todas las tramas en las que El Tiempo tiene un papel relevante tienen que tener un final tan REDONDO.
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